Independientemente de la brillantez científica o conceptual, no todas las invenciones son susceptibles de ser patentadas. Para poder optar a la protección que otorga una patente, deben cumplirse una serie de requisitos. Por ejemplo, la invención no debe ser demasiado similar a una patente existente y debe tener alguna utilidad o propósito útil. Otro criterio esencial, que determina directamente la elegibilidad de una patente, es que la invención no debe ser obvia en su conceptualización. Esto es lo que los abogados y agentes de patentes como Vega y Moreno denominan el «criterio de no obviedad», y es el único punto de atención de nuestro post.
Índice de contenidos
Determinación de la no obviedad
Para determinar lo obvio (o no obvio) que es su invención en su realización, una persona con conocimientos en la materia que pertenezca a su invención intenta pensar o crear la invención basándose en la información que ya está disponible en el dominio público.
Para aquellos que no estén seguros de lo que significa la «persona experta» en el contexto del examen de una invención, se refiere a una persona ficticia que trabajaría en la industria a la que se aplica la invención y tendría una base de conocimientos consistente con esos individuos y la información de dominio público.
La importancia de la no obviedad
Hay una razón por la que la no obviedad es un criterio tan esencial. Aparte del hecho básico de que un inventor debe pensar más allá de lo ordinario para dar con una invención innovadora, el problema de una «invención obvia» es que es contraproducente para el inventor, los examinadores de patentes y la sociedad. El establecimiento de un criterio de referencia garantiza que sólo las invenciones de cierta calidad puedan obtener una patente. Este criterio no obvio significa que muchas invenciones viables no pueden ser protegidas por una patente. Un punto de referencia más bajo, por ejemplo, podría sobrecargar la infraestructura existente que supervisa el examen de las patentes, creando una acumulación de casos mayor de la que ya existe. A continuación se enumeran los resultados complementarios del criterio de no obviedad:
La resolución de la necesidad no obvia
Una invención que se considera «obvia» puede ser única, pero se considera que carece del ingenio necesario para la concesión de una patente. Si un inventor crea algo que resuelve una necesidad social no satisfecha anteriormente o algo que cosecha un importante elogio en el mercado, puede ser un indicio de no obviedad.
El alcance del uso industrial
Ahora podemos empezar a apreciar la naturaleza entrelazada de estos criterios. Es poco probable que una invención obvia cree una mejora apreciable sobre lo que ya se utiliza en la industria. Se necesita una invención no evidente, con capacidad para simplificar o abaratar los procesos industriales existentes, para marcar una verdadera diferencia comercial. Las invenciones que conducen a la simplificación de productos y procesos o a la reducción de costes suelen alcanzar un mayor éxito comercial en el mercado libre.
Al solicitar una patente, todo inventor debe esforzarse por comprender la forma en que un examinador examinará su solicitud de patente. Consulte con un abogado o agente de patentes para que le ayude en el proceso de solicitud de patentes.