En cuanto a las dimensiones, este 500 mantiene la misma anchura, altura y distancia entre ejes que el modelo anterior, que siguen siendo 1m63, 1m49 y 2m30 respectivamente. Sólo ha cambiado la longitud, ganando 2 cm, para un total de 3m57. El volumen del maletero se mantiene en 185 litros. En cuanto a los acabados, la gama se compone de cuatro niveles: Pop, Popstar, Lounge y Club. En cuanto a los motores, el renovado 500 cumple con la norma Euro 6 y está disponible con los motores de gasolina 1.2 de 69 CV, 0.9 TwinAir de 85 CV y 105 CV. Un motor diésel 1.2 Eco de 69 CV y un turbodiésel 1.3 MultiJet de 95 CV completan la gama.
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Fiat 500, lo mismo pero mejor
Lo primero que hay que destacar es que, aunque los cambios son visibles, se sigue reconociendo la cara única y amable del 500. Afortunadamente, los amantes del tarro de yogur lo dirán. Los demás reprocharán la timidez de Fiat pero, en su defensa, es difícil tocar un modelo que sigue teniendo éxito comercial (2014 fue el mejor año para la segunda generación del 500 aunque se lanzó en 2007). Así, los cambios incluyen la adopción de salpicaderos delanteros y traseros rediseñados, la introducción de una segunda barra de parrilla, nuevos faros con apariencia de luces diurnas de LED, así como nuevos pilotos traseros ahuecados en el centro, que aportan una nueva firma visual. Fiat ha aprovechado para desarrollar la personalización, que es uno de los puntos fuertes de su coche urbano. En el programa, hay varias posibilidades, más o menos amplias (líneas de cintura y pilares, o techo y capó) con una selección de 4 motivos: Lords (motivos escoceses), Comics (decoración pop), Navy y Camouflage. La misma tendencia se observa en el interior con pocos cambios. No hay mucho que reseñar, pero el 500 mantiene su agradable salpicadero con una banda que recuerda el color de la carrocería. La calidad de los plásticos no es excepcional, pero está en la media de la categoría. El 500 ofrece un espacio decente para las rodillas, pero cuidado porque el espacio para la cabeza es insuficiente para los pasajeros de más de 1,75 m de altura.
FIAT 500 AL VOLANTE: SIN GRANDES CAMBIOS
Los cambios estéticos son leves, los relativos a los motores o al comportamiento son aún más discretos. No hay nueva plataforma ni nuevo tren de rodaje, Fiat simplemente ha aumentado el tamaño de los discos de freno, ha cambiado el proveedor de los amortiguadores (ahora es Magneti Marelli) y los neumáticos. Así que está lejos de ser una revolución. Al conducir, es muy difícil notar la diferencia. Sólo se nota una ligera mejora en términos de confort. Por lo demás, el Fiat 500 sigue siendo el coche urbano por excelencia, con un radio de giro ajustado, muy práctico para aparcar y girar. Tan práctico como siempre, el Fiat 500 se desenvuelve bien en el extrarradio, pero lógicamente admite sus límites en la autopista.
Los motores se mantienen sin cambios, aunque se han actualizado para cumplir la normativa Euro6, lo que ha permitido reducir las emisiones de CO2 y el consumo de combustible. Hay tres motores de gasolina (1.2 69, 0.9 Twinair 85 y 105 CV) y un diésel de 95 CV. El 500 es uno de los pocos coches de ciudad que todavía está disponible con un diésel.
EQUIPAMIENTO DEL FIAT 500: MÁS CONECTADO
En detalle, desde el nivel de entrada, el 500 ofrece 7 airbags, elevalunas eléctricos delanteros, cierre centralizado, llantas de acero de 14 pulgadas, dirección con función City, volante de cuero con mandos de radio y el sistema Uconnect con pantalla de 5″, Bluetooth y varios puertos de conexión.
El segundo nivel incluye aire acondicionado, techo panorámico de cristal y espejos cromados.
El nivel de acabado Lounge cuenta con un cuadro de instrumentos digital de 7 pulgadas, radares de marcha atrás, retrovisores exteriores eléctricos del color de la carrocería, faros antiniebla y llantas de aleación de 15 pulgadas.
Por último, el Club, el más alto de la gama, dispone de tapicería de cuero Poltrona Frau, sistema Uconnect de 5 pulgadas con navegación, climatizador automático, techo lacado en negro y llantas de aleación de 16 pulgadas.
CONCLUSIÓN
Con el 500, el fabricante italiano tiene un verdadero icono automovilístico con una cara amable, idndica el concesionario Crestanevada de coches de ocasión en Barcelona. A gusto en la ciudad y en las afueras. Ha conseguido atraer a una clientela principalmente femenina, pero no sólo. Seguro que le quedan muchos días buenos por delante…