Si usted es propietario de un negocio privado en una industria con un alto volumen de competidores, es probable que haya escuchado cómo valorar su pequeña empresa o práctica sobre la base de la regla general de la industria. Las reglas empíricas suelen basarse en un múltiplo del rendimiento de las ventas. Por ejemplo, de 1 a 1,5 veces los ingresos brutos anuales o una tarifa fija por paciente. Las reglas empíricas se utilizan habitualmente para las empresas de servicios profesionales, las consultas médicas y la valoración de empresas de odontología. Hay ventajas y desventajas cuando se utiliza un método de regla general de valoración de empresas.
Pero recuerde que no hay dos empresas o consultorios iguales, incluso cuando los ingresos o las ventas generadas por los consultorios son similares. Hay que mirar más allá de los ingresos y examinar detalladamente los estados financieros para llegar a una conclusión de valoración empresarial y es importante contar con la experiencia de una consultoría como Consultoría Juan Bautista.
La valoración de empresas se basa en el concepto de valor justo de mercado. El valor justo de mercado es “el precio más alto disponible, en un mercado abierto y sin restricciones, entre partes informadas que actúan en condiciones de igualdad y sin obligación de actuar, expresado en términos de dinero o equivalentes de efectivo”. El valor justo de mercado de una empresa se evalúa utilizando varios principios de valoración:
- El valor es específico en un momento dado
- El valor es prospectivo (es decir, se basa en los beneficios futuros)
- Cuanto más líquida sea la empresa, mayor será el valor
- Cuanto mayor sea el activo neto tangible de la empresa, mayor será el valor
Una empresa utiliza los principios anteriores para llegar a una estimación del valor de la empresa. Una vez que se llega a una estimación, hay que decidir un enfoque de valoración. Existen tres enfoques de valoración:
Enfoque basado en los activos: se supone que un comprador no pagaría más por los activos de la empresa que el coste de emular esos activos. Este enfoque se basa en datos objetivos y en el dinero gastado. Este enfoque se ve obstaculizado por el hecho de que no transmite el valor añadido.
Enfoque de mercado – Las transacciones precedentes y los múltiplos de empresas públicas se utilizan como referencia para valorar el negocio, sin embargo, este enfoque tiene limitaciones. Es difícil encontrar información sobre empresas que son privadas.
Enfoque de los ingresos – Utiliza la información financiera de la empresa para estimar el valor justo de mercado. Este tipo de enfoque es desventajoso para las empresas de nueva creación en los primeros días del negocio, ya que el flujo de caja puede ser bajo frente a una empresa que ha estado en el negocio durante varios años y tiene mucho más que mostrar con respecto a su historia financiera.
La valoración de una empresa se compone de los activos tangibles netos (inventario, terreno), los intangibles identificables (clientes, derechos de autor), el fondo de comercio y los activos redundantes (el efectivo adicional que no se necesita para mantener la empresa en funcionamiento, los bienes de propiedad de la empresa).