Perder el pelo de la cabeza puede ser bastante descorazonador, pero perder las cejas puede serlo aún más. Esto se debe a que las cejas son uno de los rasgos faciales más importantes y expresivos, no sólo por su atractivo estético, sino también porque dan sombra y protegen los ojos de la suciedad, los residuos y el sudor.
Y, sin embargo, tendemos a dar por sentado el vello de nuestras cejas. Por lo general, simplemente crecen en exceso hasta el punto de tener que depilarse o recortarse, sobre todo a medida que envejecemos.
Pero, ¿qué es lo que puede hacer que tus cejas desaparezcan lenta pero inexorablemente?
En realidad, hay muchas causas posibles para la caída de las cejas. Entre ellas se encuentran:
Alopecia areata – La misma enfermedad que provoca la pérdida de pelo en la parte superior del cuero cabelludo puede afectar también a las cejas. Se trata de una enfermedad en la que el sistema inmunitario confunde una parte del cuerpo -en este caso, los folículos pilosos de las cejas- con un invasor extraño, como una bacteria o un virus, que hay que atacar. Por lo tanto, los folículos ralentizarán o detendrán la producción de pelo, lo que dará lugar a manchas aleatorias de pérdida de pelo o a la desaparición total de todo el pelo de las cejas.
Deficiencias de nutrientes: tu cuerpo necesita una serie de nutrientes, como proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas, minerales y aminoácidos y ácidos grasos, algunos de los cuales influyen en el crecimiento del cabello. Si te falta alguno de los nutrientes esenciales, podría desencadenar la caída del cabello. Por ejemplo, la falta de vitamina A o de zinc puede reducir el crecimiento celular, mientras que las deficiencias de biotina, hierro, vitamina C, cisteína o vitaminas E, B-12 o D también pueden afectar a la caída del cabello.
Eczema: esta inflamación de la piel está provocada por un sistema inmunitario hipersensible, que causa enrojecimiento, picor, supuración e irritación. También puede interferir en el crecimiento adecuado del cabello cuando los folículos pilosos están incrustados en la piel afectada.
Psoriasis – Otro trastorno autoinmune, la psoriasis hace que las células de la piel se multipliquen tan rápidamente que forman parches dolorosos, escamosos y rojos que pueden bloquear los folículos pilosos y detener el crecimiento del cabello.
Dermatitis de contacto: causada por un alérgeno o un irritante tóxico, esta forma de inflamación de la piel puede inhibir el crecimiento del pelo en los folículos de la zona de las cejas y sus alrededores.
Tiña – Esta afección fúngica produce manchas en forma de anillo que, al aparecer sobre las cejas, hace que el pelo se caiga, dejando así manchas de calvicie en las cejas.
Enfermedad tiroidea – Cuando la glándula tiroidea produce demasiadas o muy pocas hormonas que regulan el metabolismo, también puede alterar los procesos normales de crecimiento del cabello del cuerpo. La pérdida de cejas es, por tanto, un síntoma común del hipotiroidismo y el hipertiroidismo.
Estrés y ansiedad excesivos: los factores psicológicos pueden reducir el oxígeno que llega a los folículos pilosos y causar estragos en los niveles hormonales, contribuyendo así a la caída del pelo de las cejas.
Embarazo y parto – Esto también puede tener un efecto fluctuante en las hormonas y la bioquímica de la mujer, lo que conduce a la pérdida de cabello.
Envejecimiento natural – Cuanto mayor sea la persona, menores serán sus niveles de testosterona (en los hombres) o de estrógeno (en las mujeres), lo que puede provocar el debilitamiento del vello.
Depilación de las cejas – Arrancar el pelo del mismo folículo de la ceja acabará provocando que ese folículo deje de producir pelo allí. La gente suele depilarse demasiado las cejas, lo que acaba provocando que la zona deje de crecer el pelo.
Quimioterapia – Diseñada para detener la rápida división de las células cancerosas, la quimioterapia también afecta temporalmente a los folículos y hace que se caiga el pelo de toda la cabeza.