Arquitectura y accesibilidad

La definición de accesibilidad es la cualidad de poder llegar o entrar. También es la cualidad de ser fácil de conseguir o utilizar. Es hacer que las cosas sean accesibles para todas las personas con la más amplia gama de capacidades, tengan o no una discapacidad.

La accesibilidad se ha convertido en un tema de conversación cada vez más amplio entre las personas. Ser capaz de eliminar y prevenir las barreras, sobre todo para quienes tienen alguna discapacidad física, mental, de aprendizaje o sensorial, es un paso hacia la consecución de un mundo sin barreras, puntualiza la empresa Mimo Reformas.

Diseñar y planificar la accesibilidad es una cuestión de inclusión. Es necesario ayudar a poner fin a la discriminación arquitectónica y social que prevalece contra la discapacidad en nuestros entornos. La accesibilidad está relacionada con el diseño universal, de hecho, es la filosofía que lo sustenta. La accesibilidad en el diseño arquitectónico no tiene por qué ser fría o institucional. Es una oportunidad para la expresión artística y la creatividad. Teniendo en cuenta las necesidades de los demás, y teniendo en cuenta a todas las personas, podemos abordar los proyectos utilizando los principios del diseño universal. Independientemente de la edad, la capacidad o incluso del momento de la vida en que se encuentre una persona, estos principios exigen que todo, desde los productos hasta el entorno estructural, sea utilizable en la mayor medida posible.

Las viviendas multigeneracionales se diseñan con la flexibilidad necesaria para acoger a todos los miembros de la familia. Hay que tener en cuenta la mezcla entre el espacio privado y el público en el hogar. Lo que funciona para un adolescente puede no funcionar tan bien para un abuelo. Con un diseño de transición en mente podemos crear un espacio que combine a la perfección la función, las consideraciones medioambientales y la alta estética. Los resultados son más beneficiosos para todos y aportan innovación.

Pero la accesibilidad y el diseño inclusivo no se limitan a crear espacios funcionales, sino que también tienen que ver con el uso de diferentes texturas y colores que puedan mejorar la experiencia de aprendizaje de los discapacitados sensoriales, así como poder crear conciencia e independencia a aquellos que lo necesitan. Esa experiencia de aprendizaje, la cognición humana, la emoción e incluso la mecánica del cuerpo, es fundamental para quienes no pueden ver ni oír.

Fijémonos en la generación del baby boom. La mayor de ellas tiene actualmente unos 70 años. ¿Serán capaces de subir las escaleras de su casa a los 70 años como lo hacían a los 30 o a los 40? Lo más probable es que no. Esta generación se enfrenta a algunas decisiones difíciles cuando se trata de la vivienda. Es entonces cuando hay que pensar en las habitaciones de forma diferente. El diseño debe enfocarse pensando en el largo plazo para complementar los cambios demográficos, un diseño que pueda evolucionar junto con sus necesidades.

Cualquier reto conlleva la oportunidad de innovar, y ahora estamos en un momento de transición en el que vemos mucha innovación en la vivienda. Viviendas bien desarrolladas, pensadas, creativas y con un diseño ergonómico. Estas innovaciones aportan una igualdad básica, para liberar cualquier barrera futura para todos.